Los paneles solares flexibles se basan en la tecnología fotovoltaica de película fina. Los materiales comunes incluyen silicio amorfo, CIGS (seleniuro de cobre, indio, galio y selenio) y células fotovoltaicas orgánicas. Estos materiales se depositan sobre sustratos flexibles, produciendo un panel flexible.
El encapsulado y los recubrimientos protectores garantizan la longevidad. Los polímeros avanzados protegen las células de la humedad, los rayos UV y el estrés mecánico. Muchos paneles mantienen la eficiencia de salida a pesar de la flexión o el sombreado parcial.
Los paneles flexibles a menudo incluyen múltiples células pequeñas conectadas en serie o en paralelo. Este diseño asegura que la producción de energía continúe incluso si algunas células están parcialmente sombreadas o dañadas. Los diodos de derivación integrados protegen contra la pérdida de rendimiento.
Las opciones de conectividad permiten que los paneles alimenten sistemas de baterías, inversores o configuraciones conectadas a la red. Los paneles modernos admiten aplicaciones portátiles, móviles y estacionarias. Su eficiencia continúa mejorando, reduciendo la brecha con los paneles de silicio tradicionales.
En conclusión, la tecnología de los paneles solares flexibles combina materiales de película fina, encapsulado duradero y diseño inteligente. Asegura soluciones de energía solar flexibles, eficientes y confiables para una amplia gama de aplicaciones.